CropLife Latin America

Facebook      Twitter      YouTube      LinkedIn     Instagram     Tik-tok       contactoContacto      Notas de InterésSuscripción

 

Biodiversidad COP15

 

Por Mauricio Rodriguez, Ph.D.
Director de Asuntos Científicos
CropLife Latin America

 

Diciembre 2022

Durante más de 10 mil años, la agricultura y la biodiversidad han coexistido gracias a una sinergia de la que, generación tras generación, los agricultores han sido los principales custodios, como también son los primeros interesados en cuidar sus tierras para mantenerlas productivas, con la ayuda de cada vez más avanzadas tecnologías agrícolas. 

Testimonio de esto es el hecho que los principales productores agrícolas de América Latina, la principal despensa mundial de alimentos, son a la vez los países con mayor biodiversidad del planeta. A pesar de esto, en los últimos años, ha venido ganando relevancia una retórica desafortunada que pretende desdibujar la importancia de la agricultura en la sostenibilidad global para presentarla como una de las actividades humanas que más daño le causan al planeta. Ya sea en temas ambientales, de salud o, más recientemente, de conservación de la biodiversidad, parece que múltiples organizaciones han decidido señalar a la agricultura como una nueva amenaza a nuestra existencia, cuando realmente es una de las actividades que justamente garantiza nuestra supervivencia. Por supuesto, como cualquier otra actividad humana, al tiempo que provee beneficios, tiene costos asociados, principalmente debidos a los cambios que generan en el uso de tierras que, de otra manera, se podrían preservar en su estado natural. Gracias al imparable avance de la ciencia y la innovación, esos costos asociados son y serán, cada vez, menores. Esto es el avance hacia una mayor sostenibilidad.

Luego del incontrovertible reporte que las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de los Estados Unidos (NAS) publicaron en 2016 concluyendo, gracias a más de dos décadas de estudios y evidencia recogida de casi mil publicaciones científicas y decenas de audiencias y eventos al respecto, que los llamados “organismos genéticamente modificados” no causan daños a la salud, al ambiente o reducción de la biodiversidad , un número pequeño pero creciente de personas y organizaciones que promovían el miedo a la biotecnología, han tornado su atención (y ataques) a las sustancias químicas. Activistas anti-tecnologías han tratado, infructuosamente, de desvirtuar el reporte de NAS y el peso de la evidencia científica que exponen la verdad frente a campañas de miedo y desinformación sobre la biotecnología durante las últimas 3 décadas. Sin embargo, al mismo tiempo han decidido unirse a y amplificar narrativas que han logrado descontextualizar el peligro inherente a cualquier sustancia, natural o sintética, para confundir al público y a tomadores de decisiones sobre el riesgo real de impacto negativo derivado del uso de los plaguicidas químicos en la producción de alimentos y otras actividades agrícolas.

En este contexto mediático y político contra la agricultura, concluyó el pasado 19 de diciembre, la 15ª Conferencia de las Partes signatarias de la Convención de Diversidad Biológica. Esta cumbre global de, principalmente, autoridades ambientales de 188 países, buscaba acordar la estrategia de conservación de la biodiversidad del planeta para la década de 2021 a 2030. La negociación, a realizarse en Kunming, China en 2020, tuvo que ser pospuesta en varias ocasiones dadas las restricciones impuestas por muchos gobiernos frente a la pandemia COVID-19, que causaron que las reuniones preparatorias para la cumbre fueran, a su vez, también reorganizadas para nuevas fechas y modalidades virtuales a las que no todos los representantes de gobiernos podían acceder con la misma facilidad y participar de manera efectiva. Finalmente, el evento se realizó este mes en Montreal, Canadá y concluyó con una nueva estrategia de conservación denominada Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal (GBF, por su sigla en inglés) . Notablemente, delegaciones de varios países africanos han elevado sus preocupaciones por considerar que el acuerdo fue logrado, no por libre consenso, sino “de manera forzada.” También significativa fue la ausencia de cualquier jefe de estado, a excepción del Primer Ministro de Canadá quien, como anfitrión, fue el único presente en la COP15.

El acuerdo global se enfoca en buscar la protección del 30% de las áreas terrestres y acuáticas del planeta al año 2030 (llamada Promesa 30x30), y cuya implementación se fundamentará en 4 grandes objetivos y 23 metas, que requerirán inversiones entre 600 y 800 mil millones de dólares al año, principalmente para financiar ONGs y agencias de gobierno de países con ingresos bajos. Lograr el 30% de áreas protegidas en el planeta es una aspiración que requerirá también grandes esfuerzos políticos y sociales para ser alcanzada, teniendo en cuenta que en la actualidad las áreas terrestres protegidas suman 17% y menos del 10% en el caso de los océanos.

Los cuatro objetivos del marco global de biodiversidad se pueden resumir de la siguiente manera:

1) Fortalecer la resiliencia de ecosistemas naturales, reduciendo el riesgo de extinción de especies silvestres al año 2050 y aumentando su diversidad genética;

2) Optimizar el uso sostenible de la biodiversidad al año 2050;

3) Lograr al año 2050 la distribución justa y equitativa de los beneficios monetarios y no monetarios de la utilización de los recursos genéticos, incluyendo la información digital derivada de estos y el conocimiento tradicional asociado; y

4) Efectuar adecuadamente medios de implementación, financiación, construcción de capacidades, cooperación científica y transferencia de tecnología, de manera equitativa entre todos los países. Adicionalmente, la COP15 aprobó otros acuerdos sobre implementación, monitoreo, reporte y evaluación del progreso de cada uno de los objetivos.

Para abordar los cuatro objetivos generales, el GBF estableció 23 metas dentro de las cuales destacamos, de manera resumida, las siguientes por su relación directa con la agricultura y la producción de alimentos: Meta 7) Reducir el riesgo e impacto negativo de todas las fuentes de contaminación, incluyendo la pérdida excesiva de nutrientes al ambiente, y reducir, basado en ciencia, el riesgo asociado a plaguicidas y sustancias químicas altamente peligrosas en un 50%, incluyendo a través del manejo integrado de plagas y considerando la seguridad alimentaria y el sustento de las personas, además de buscar eliminar la contaminación por plástico; Meta 10) Asegurar el manejo sostenible de las áreas de producción agrícola, acuícola y forestal, a través de prácticas como la intensificación sostenible y otros abordajes innovadores, de manera que contribuyan a la eficiencia y productividad, a la seguridad alimentaria y a la restauración de la biodiversidad; Meta 15) Promover y facilitar que las empresas, especialmente las transnacionales y las instituciones financieras evalúen y reporten los riesgos, dependencias en e impactos sobre la biodiversidad derivados de sus actividades de manera que se promueva a su vez la producción sostenible; Meta 17) Fortalecer las capacidades de bioseguridad para la biotecnología en todos los países. Adicionalmente, se establecerá en 2024 un mecanismo multilateral para la distribución equitativa de beneficios entre proveedores y usuarios de Información de Secuencias Digitales (DSI).

En conclusión, la COP15 logró establecer un marco global para la conservación de la biodiversidad que busca un equilibrio entre lo económico, lo social y lo ambiental, consistente con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas y que se aparta de políticas restrictivas hacia las tecnologías.

Desde CropLife Latin America nos comprometemos en apoyar a los gobiernos de la región en sus iniciativas para implementar esta nueva estrategia global y contribuir, desde la innovación para la agricultura, a todos los esfuerzos tendientes a conservar la biodiversidad de América Latina como patrimonio ambiental para generaciones actuales y futuras.

 

Compromiso con la Biodiversidad