El uso adecuado del agua en la agricultura favorece la buena calidad de este recurso.
Siguiendo estas 9 Buenas Prácticas Agrícolas ayudamos a proteger el agua y garantizar la sostenibilidad del trabajo.
1. Legal, cumplimiento de la norma
Lo primero que debemos hacer es conocer y cumplir la legislación local relacionada con la protección de las fuentes de agua.
2. Estructura del suelo
Es importante conocer la capacidad de retención de agua en el suelo, verificar los niveles de humedad y evitar aplicaciones de los agroquímicos en suelos arenosos o de grano grueso, ya que estos son propensos a filtrarse a través del suelo y contaminar el agua subterránea. Igualmente es importante realizar una mínima labranza y agregar materia orgánica al suelo para mejorar la estructura de este y su capacidad de retención de agua. En este punto debemos pensar en implementar la siembra directa a modo de evitar la erosión hídrica y mantener la humedad del suelo y hacer uso de absorbedores o retenedores de agua, polímeros o hidrogel.
3. Biotipo y cultivo
Debemos determinar la necesidad de agua del cultivo, tener en cuenta las variedades de cultivo que son tolerantes a sequía o si estamos haciendo la siembra de cultivos en secano.
4. Clima
Es fundamental saber los niveles de precipitación de la zona en donde produce. Evaluar los pronósticos meteorológicos antes de realizar una aplicación con fitosanitarios o plaguicidas, para evitar que una posible lluvia lave el producto aplicado. Así se evita la contaminación puntual por escorrentía o infiltración y no se contaminarán cursos de agua y napas subsuperficiales, respectivamente. Es recomendable la recolecta o cosecha agua de lluvia en estanques.
5. Irrigación
Si tenemos un sistema de riego implementar un registro y aplicar el riego por goteo en horarios recomendados en su cultivo (en campo o invernadero), para utilizar eficientemente sólo el agua que necesita. También respetar los volúmenes de aplicación que indican las etiquetas de los productos fitosanitarios para no hacer uso ni de más, ni menos agua que la necesaria para realizar aplicaciones. Y además analizar la calidad de agua que se usa en los cultivos.
6. Topografía
Hay que utilizar un mapa de Curvas de Nivel para orientar los surcos y evitar la erosión hídrica del suelo, diseñar surcos en el cultivo, especialmente si el terreno tiene pendiente y diseñar un sistema de drenaje superficial o subterráneo para evitar la escorrentía y la erosión hídrica.
7. Aguas residuales
Use camas biológicas para evitar la contaminación de aguas subterráneas. De ser necesario, realizar tratamiento de aguas residuales.
8. Conservación de suelos
Se deben mantener zonas de vegetación nativa cerca a las fuentes de agua. Utiliza una cobertura del suelo en su cultivo para mantener su humedad y disminuir el salpique de patógenos desde suelo (disminuyendo la proliferación de enfermedades) y cultivos de cobertura secundarios entre su cultivo primario. Recuerde practicar la rotación de pastoreo con ganado para promover el rebrote.
9. Aplicación responsable
Evitar que la nube de aspersión de los agroquímicos llegue a las corrientes de agua. Los envases o sobrantes de productos agroquímicos no deben estar cerca de corrientes de agua. Así mismo lavar la ropa de trabajo lejos de las fuentes de agua. Además, realizar el triple lavado de los envases de plaguicidas lejos de las corrientes de agua.
Descargar la lista de chequeo completa de Buenas Prácticas Agrícolas para proteger el agua en su finca/campo.