Julio 2024
El Código de Conducta, regido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), es un instrumento voluntario que abarca todo el ciclo de vida de los plaguicidas, desde la investigación y desarrollo, fabricación y uso, hasta la eliminación segura y el tratamiento de desechos. Describe las responsabilidades de todas las partes interesadas a lo largo de estos procesos. La adhesión a los principios del Código de Conducta es una condición para ser miembro de CropLife International, lo que refleja su centralidad para la industria y la organización.
Las seis compañías asociadas en CropLife International renovaron y reafirmaron su compromiso con los principios y estándares del Código Internacional de Conducta para la Gestión de Plaguicidas con una declaración pública en junio pasado.
Los compromisos asumidos de los miembros de CropLife International son:
- Mantener los objetivos y estándares consagrados en el Código Internacional de Conducta para la Gestión de Plaguicidas
- Apoyar el acceso a alimentos seguros y asequibles, a un entorno limpio y saludable y a condiciones de trabajo seguras mediante la adhesión y promoción del Código
- Esforzarse por reflejar y promover resultados sostenibles en las prácticas agronómicas, equilibrando los imperativos de biodiversidad, productividad y clima
- Incorporar un enfoque de ciclo de vida a través del Cuidado Responsable de Plaguicidas, desde la investigación y desarrollo, fabricación y uso, hasta la eliminación segura y el tratamiento de desechos
- Apoyar a los agricultores en sus esfuerzos por producir más alimentos en menos tierra de manera sostenible, brindando orientación, capacitación y promoviendo prácticas que aseguren el uso responsable y efectivo de plaguicidas
- Llamar a todas las partes interesadas a mantener y promover igualmente el Código Internacional de Conducta para la Gestión de Plaguicidas, reconociendo la necesidad de esfuerzos cooperativos entre organismos gubernamentales y reguladores, la industria de plaguicidas, organizaciones internacionales, comerciantes, la industria alimentaria, usuarios de productos y grupos de interés público.
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Equilibrar los imperativos de biodiversidad, productividad y clima es central a nuestro propósito compartido. La industria de la ciencia de los cultivos tiene un papel crucial en esto, apoyando a los agricultores en sus esfuerzos por producir más alimentos en menos tierra de manera sostenible. Es una responsabilidad que tenemos en el núcleo mismo de nuestros negocios afirmó el Presidente de la Junta Directiva de CropLife International, Livio Tedeschi de BASF.
Desde América Latina continuamos trabajando para que los principios del Código Internacional de Conducta para la Gestión de Plaguicidas de la FAO se mantengan y se apliquen a la realidad. Es fundamental que se sumen a este compromiso todos los fabricantes, los comercializadores, las autoridades, los agricultores y todas las partes que integran la cadena agrícola, para que entre todos logremos avanzar hacia una mayor sostenibilidad de la agricultura, resaltó José Perdomo, Presidente de CropLife Latin America.
